"Hombre", "Chico" y "Tortuga", nos fuimos una hora antes para recoger dorsales y chips y los voluntarios no nos hicieron esperar más de un par de minutos y ello en un ambiente de camaradería inmejorable.
La salida se dio puntual, a las 12 horas. El recorrido fue asequible pero con continuas subidas y bajadas que hacían que algunos tramos se nos atragantaran. Por suerte estos tramos eran cortos y luego las bajadas nos permitían recuperar con rapidez. El final fue un kilómetro de cuesta que subimos bien, de hecho los tiempos fueron buenos. La climatología nos favoreció y eso que los días anteriores había estado lloviendo de manera abundante.
Tras recoger la bolsa del corredor, que no estuvo nada mal, llegó el reparto de premios y el sorteo de regalos, y nos tocó uno. Que nadie se emocione demasiado. La diosa fortuna se rió a nuestra costa. Nos cayó en gracia una mesa de jugar al poker. No podíamos creérnoslo. Estábamos consternados. El muerto había que transportarlo hasta el coche y pesaba como si de tal se tratase. Entre cuatro, como pudimos, lo acercamos pero por el camino íbamos discutiendo a ver qué hacíamos con aquello. Cuando llegamos al coche vimos que no cabía así que decidimos tirarlo o regalarlo. Un grupo de personas que venían de la carrera resolvieron la cuestión amigablemente, aceptando el obsequio. Nosotros hubiéramos preferido un jamón pero la suerte esta vez nos llegó envenenada. No obstante agradecemos a los organizadores el regalo. Otra cosa es que a nosotros nos viniera grande, no es culpa suya. Espero que el próximo año no regalen buzones de correos.
Tortuga
No hay comentarios:
Publicar un comentario