Cada deporte necesita complementos básicos para desarrollarlo con eficacia. En el caso de «correr» la zapatilla toma un protagonismo especial por dos razones: mejora el rendimiento y previene en gran medida las lesiones.
A la hora de elegir una zapatilla deberemos tener presente algunas características importantes que a continuación vamos a esbozar.
• Es imprescindible que los dedos del pie se puedan mover sin dificultad dentro de la zapatilla, por lo que sería interesante comprarlas un número o número y medio más grandes de nuestra medida habitual.
• A la hora de probarlas hay que prestar atención al hecho de que la zapatilla se doble en el mismo lugar en el que se dobla el pie al ponernos de puntillas.
• El arco de la zapatilla debe coincidir con el arco del pie.
• Es interesante evitar que las zapatillas sean demasiado estrechas para que los dedos meñiques no se levanten y cojan malos apoyos.
• No debe existir presión debajo de los cordones: o bien cambiamos de lazada o de zapatillas o cogemos un número superior.
Aparte de estos consejos básicos, hay que decir que cada tipo de prueba requiere un tipo de calzado, a lo que hay que sumar la estructura de nuestros pies, nuestro peso, etcétera. Aunque los consejos anteriores nos pueden servir como punto de partida, lo ideal es acudir a un centro especializado de confianza donde nos puedan aconsejar profesionalmente.
FUENTE: Runner’s, nº 100 Junio 2010
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